OSTEOPATIA

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¿Qué es la osteopatía?

Sigue siendo difícil encontrar una única y completa definición para la osteopatía hoy en día, pero podríamos definirla de siguiente manera:

«La osteopatía es una terapia manual de diagnóstico y tratamiento, cuyo fin es, no únicamente tratar los síntomas de una enfermedad, sino las causas que provocan las modificaciones y alteraciones en las distintas estructuras del organismo, y por lo tanto su funcionalidad, la obstrucción en la circulación de los fluidos (ya sea la sangre, la linfa,…) y el desequilibrio o trastorno que alteran la integridad de las fuerzas físicas que actúan en nuestro cuerpo».

¿Cuáles son los beneficios de la Osteopatía?

La osteopatía es una terapia manual que proporciona un tratamiento seguro, natural y no invasivo, adaptado a las condiciones individuales de cada paciente.

El tratamiento de las enfermedades se realiza utilizando manipulaciones respetando la biomecánica articular y tisular, utilizando los recursos propios del organismo para superar la enfermedad y restaurar la salud. Así se permite al organismo humano estimular sus reacciones de defensa y acelerar la formación de anticuerpos y antitoxinas para obtener la curación.

El diagnóstico y posterior tratamiento se realizan desde una perspectiva global, holística y personal, considerando el entorno externo e interno de cada paciente. Por lo tanto es una terapia «personalizada», una condición que le aporta a esta disciplina un valor inestimable hoy en día.

 

¿Qué es y cómo trabaja un osteópata?

Un osteópata propone restaurar la función normal del cuerpo; las maniobras que se realizan sobre los diferentes tejidos y estructuras corporales van encaminadas a restaurar los mecanismos propios del cuerpo para su recuperación.

Para ello, los osteópatas reciben amplia formación en anatomía, biomecánica, fisiología y patología.

Un osteópata se define como un profesional de la salud que se adhiere a los principios osteopáticos.

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¿En qué principios se basa la osteopatía?

  • El cuerpo es una unidad: no somos la suma de todas las partes, más bien somos la sinergia de todas las partes. Es decir, el ser humano está formado en su plano físico por sistemas interdependientes y estrechamente relacionados entre sí.
  • La estructura gobierna la función: estructura y función están íntegramente relacionadas. Las restricciones en las distintas estructuras del cuerpo causan disfunción y enfermedad. Es decir, que si un hueso, músculo, fascia, víscera… se ve afectada de algún modo, no podrá desarrollar la función para la que fue diseñada (de sostén, de movimiento, de drenaje…).
  • La ley de la arteria: es absolutamente necesario que haya un buen suministro de sangre a un órgano o tejido así como un drenaje libre para mantener un equilibrio saludable. La sangre es la encargada de llevar todos los nutrientes y elementos necesarios para el correcto funcionamiento y equilibrio de cualquier parte de nuestro cuerpo. Si la sangre no puede llevar esos componentes o no puede retornar y expulsar los desechos necesarios, se crea un ambiente propicio para la instauración de la enfermedad, como una cadena se rompe siempre por su eslabón más débil.
  • La capacidad de autoacuración del cuerpo: El cuerpo tiene la capacidad de autotratarse y autosanarse. Lo traemos incorporado de serie. Esa capacidad se desarrolla sin problema siempre y cuando los sistemas de nutrición y excreción celular funcionen sin obstáculo. Así elimina los posibles patógenos del cuerpo y combate los traumatismos y enfermedades.

 

¿Hay diferentes tipos de osteopatía?

Según el origen del dolor o la disfunción, podemos hablar de tres bloques dentro de la Osteopatía: Osteopatía estructural, visceral y sacro-craneal.

OSTEOPATÍA

Técnica de Osteopatía Estructural

Osteopatía Estructural:

La osteopatía estructural se enfoca en las disfunciones músculo-esqueléticas, y articulares. Nos ayuda a tratar muchas patologías como lumbalgias, ciatalgias, contracturas musculares, vértigos, mareos, cefaleas tensionales y, un largo etcétera. Algunas de las técnicas más utilizadas en una sesión de osteopatía estructural son las siguientes:

  • Estiramientos musculares y faciales
  • Técnicas de bombeo para los ligamentos y cápsulas articulares
  • Técnicas de Thrust (técnica de alta velocidad y corta amplitud)
  • Técnicas Funcionales
  • Técnicas de inhibición de los punto gatillos musculares
  • Stretching

 

 

osteopatía visceral

Osteopatía Visceral

Osteopatía Visceral:

Trata de eliminar la rigidez estructural mejorando la movilidad y motilidad visceral a la vez que estimula tanto su vascularización como su inervación.

Tenemos que tener en cuenta que todas nuestras vísceras están ancladas a una estructura ósea a través de ligamentos y fascias (de ahí la importancia de que exista una buena movilidad del aparato locomotor para no crear disfunciones o falta de movilidad a la víscera), pero además, están unidas unas con otras, a través de mesos, epiplones y ligamentos. Todas esas estructuras son analizadas y tratadas en esta disciplina, con el fin de restablecer el movimiento natural de la misma y a su vez, su correcto funcionamiento.

Hay que señalar que en ocasiones el paciente acusa dolor musculoesquelético referido por el mal funcionamiento de una víscera. Es decir, que el dolor es «referido» a nivel muscular pero el «origen» es visceral.

 

 

osteopatía sacro-craneal

Osteopatía Sacro-Craneal

Osteopatía Sacro Craneal:

Esta última es una técnica sutil y de efecto profundo que ayuda a detectar y corregir los desequilibrios del sistema cráneo-sacral que puedan ser la causa de disfunciones sensitivas, motoras o neurológicas.

Su creador, el Dr. Sutherland basó la terapia de la osteopatía craneal en técnicas en torno al mecanismo de contracción-expansión rítmica del cerebro, al que llamó “movimiento respiratorio primario”, que es lo que permite que el líquido cefalorraquídeo (LCR) circule con facilidad y libertad a lo largo de las meninges.

El MRP está constituido, según Magoun y Sutherland, por los siguientes factores:

  1. Motilidad (movimiento inherente) del cerebro y de la médula espinal.
  2. Fluctuación del líquido cefalorraquídeo.
  3. Movilidad de las membranas intracraneales e intraespinales.
  4. Movilidad de los huesos del cráneo.
  5. Movilidad involuntaria del sacro entre los dos huesos de la pelvis.

Este Movimiento Respiratorio Primario (MRP) se denomina así puesto que:

  • Es un movimiento respiratorio porque consta de dos fases como la respiración pulmonar: flexión o inspiración y extensión o espiración.
  • Y es movimiento primario porque existe antes de dicha respiración y desde que somos embrión.

La terapia sacrocraneal esta enfocada a eliminar cualquier obstáculo que entorpezca  la libre circulación y ritmo apropiado del MRP.

Mareos, vértigos, ansiedad, depresión, dolores de cabeza, de cuello, de  sacro, afecciones del trigémino, disfunción de la ATM…son síntomas o manifestaciones de un posible desequilibrio en las estructuras que intervienen en este MRP.

¿Cuántas sesiones son necesarias?

Lamentablemente a esta pregunta no podemos darle una respuesta concreta. El número de sesiones dependerá fundamentalmente de tres factores: del paciente (condición física general, edad, género, hábitos alimenticios, práctica deportiva, estado de estrés en el momento de la consulta, otros hábitos como fumar…), estado de la lesión (si llega en estado agudo o crónico, gravedad de la lesión…) y por último en el planteamiento y habilidad del osteópata para llevar a cabo el tratamiento.

Sin embargo, lo normal es que el paciente sienta mejoría y alivio desde la primera sesión. Podríamos estimar que la media de sesiones para una lesión en estado agudo o leve están entre 2 y 4, y para las más cronificadas y graves entre 5 y 10.

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